viernes, 10 de junio de 2011

Quema su Cuerpo, contar de ser la ganadora del cuerpo mas HOT del verano!



Marlín Sosa Una joven de 19 años, cometió un grave error al querer ser famosa.

En su afán por salir en las pantallas de televisión después de tantos intentos en diferentes casting de modas y comerciales la joven frustrada, accedió a quemar su cuerpo, para supuestamente ganar en la selección del cuerpo mas HOT del verano; concurso que realiza la conductora luz García en su programa noche de luz.

La joven expresa que no se arrepiente de lo que hizo ya que esta segura, que con todas las quemaduras en su cuerpo, será el cuerpo mas HOT no solo del verano sino de toda la temporada.

Me creíste? Jajjajajajajaj era solo una broma!

viernes, 25 de febrero de 2011

Mentida Realidad



En mi te siento; vives en mi adentro, siento que te tengo y al mismo tiempo te pierdo.

Quiero tu calor, que me queme como el sol y me hagas arder poco a poco de emoción, ya cuando estemos sudados, nuestros cuerpos acoplar.. Disfrutar ese momento que acaba de empezar.

Me sumergí en tu mirada que me trae gran confusión, será ternura, locura o talves será pasión? No se que estarás pensando, mas prefiero estar en tus brazos, recostar mi cabeza en tu pecho y escuchar suavemente un te amo..

Mis manos quieren tus manos
mis ojos contemplarse en los tuyos.
Mi boca ansía tu boca,
y mi cuerpo el calor de tu cuerpo.

A mis manos las toman otras manos
y a mis ojos los contemplan otros ojos.
Mi boca se abre para besar otros labios,
mi cuerpo descubre otro cuerpo.

Paradójica, ilusión errante,
conspiración de ilusiones,
deseos fantasmales, desconsuelo.
Traición, mentira total.

Sigues en mi adentro, sigues en mi ser, eres tu cariño quien me das ese placer, quien me hace vibrar, quien me hace estremecer, tu eres mi hombre y yo soy tu mujer!

Ahora quiero platicar, la noche ya me dirá a donde vamos a llegar, esto era solo un sueño, que enreda mi realidad!

Jenniffer Peguero (JP)

lunes, 23 de agosto de 2010

Crees tener Fe?

Muchos se han preguntado si hay diferencia entre creer y tener fe (en Dios). Fácilmente se les puede responder que se puede creer en Dios (estar consciente de su existencia) y no tener fe en El. ¿Por qué? Porque tener fe en Dios significa que confiamos plenamente en El, que le obedecemos y que estamos dispuestos a hacer su voluntad aunque no me agrade.
Un pasaje muy curioso dice lo siguiente: “Tú crees que Dios es uno; bien haces. Los demonios también creen y tiemblan.” Santiago 2:13.
¿Por qué se hace una comparación tan radical, con los demonios? Porque solo decir que creemos en Dios, o que tenemos fe en el no significa nada si no vivimos conforme a su voluntad. La verdadera fe obra por la obediencia a la voluntad expresa de Dios.
Pero no es solo esto, ¿Cuántas veces nos hemos encontrado en situaciones en las que cuestionamos a Dios? La fe no te permite hacer esto… porque entiendes que todo lo que Dios permite es por algún propósito y que aunque no lo comprendas en el momento, estas confiado que Dios lo permitió porque de alguna manera es para tu beneficio.
Esta es una de las maneras en que Dios puede probar nuestra fe, permite que pasemos
por diversas situaciones con el objetivo de que nos aferremos más a Él y desarrollemos paciencia. ¿Cuántas veces hemos falseado este propósito, alejándonos de Él? muchas veces, sin darnos cuenta que salimos perjudicados.
La mejor definición de fe es confianza… es la confianza inconmovible de que Dios cumplirá sus promesas… de que cuando le pidas algo en oración (creyendo que lo recibiste) lo recibirás… que cuando pases por malas situaciones estés consciente de que El tiene el control de todo y que no te ha dejado solo.

Espero que todos vivamos lo que profesamos.

por: Katherine Lugo

viernes, 20 de agosto de 2010

Tips para evitar tener la piel grasosa!


¿Piel grasosa?

Aquí les presento esta excelente formula para su problema, se trata de la formula ( FEE)
FEE, es una formula fácil Económica y Eficiente que solo le tomara 2 minutos en prepararla y 20 minutos para ver sus resultados.
Componentes:
1-Limon verde
2- cucharadas de Miel de Abeja
1-Litro de agua Fría
Preparación:
Vierta las 2 cucharadas de miel sobre un envase limpio y agregue el limón (ácido del limón) muévalo bien durante 1 minuto, luego aplíquelo con un algodón por toda la cara. Déjelo actuar por 15 minutos, luego retirar con agua fría de la nevera y jabón el agua solo debe durar en la nevera 10 minutos, luego secar con las yemas de los dedos dando toquecitos cero toallas que se seque al aire libre
Por ultimo mirarse en el espejo y ver los resultados 

martes, 17 de agosto de 2010

Que es el Arrepentimiento?

¿De verdad me arrepentí?

El arrepentimiento es un tópico que se malentiende muchas veces, la gente dice me arrepentí de esto o me arrepentí de aquello… pero ¿qué es el arrepentimiento para con Dios?
El verdadero arrepentimiento incluye tristeza por el pecado y el abandono del mismo. Ya que no renunciaremos al pecado a menos que nos demos cuenta de su malignidad. Mientras no lo repudiemos de corazón no habrá cambio real en nuestra vida.
Para muchos es difícil entender la verdadera naturaleza del arrepentimiento. Muchos se entristecen por haber pecado, e incluso se reforman exteriormente, porque temen que su mala conducta cause sufrimientos. Pero este no es el sentido bíblico del arrepentimiento. Lamentan el sufrimiento y sus posibles consecuencias pero no el pecado. Un ejemplo de esto fue Judas Iscariote, personaje conocido porque traicionó a Jesús, después de cometer el hecho exclamo: “He pecado [….] porque he entregado sangre inocente” (Mateo 27:4). Esta confesión fue arrancada por un tremendo sentimiento de condenación y una pavorosa expectativa de juicio. Las consecuencias que tendría que afrontar lo llenaban de terror pero no experimentó profundo quebrantamiento de corazón ni dolor en su alma por haber traicionado al Hijo de Dios. ¿Cuántas veces nos hemos arrepentido por las consecuencias de nuestros actos y no por el acto mismo? Sin embargo, cuando el corazón cede a la influencia del Espíritu Santo, la conciencia se vivifica y el pecador discierne algo de la profundidad y santidad de la ley de Dios. Sentir un arrepentimiento genuino es algo que supera nuestro propio poder; se obtiene únicamente de Cristo.
Precisamente en este punto es que muchos yerran, y por ello no reciben la ayuda que Cristo quiere darles. Piensan que no pueden ir a Cristo a menos que se arrepientan primero, y que el arrepentimiento los prepare para que sus pecados les sean perdonados. Es verdad que el arrepentimiento precede al perdón de los pecados, pero para poder ir a Jesús ¿el pecador ha de esperar hasta que se haya arrepentido? La virtud proveniente de Cristo es la que nos induce al arrepentimiento genuino.
Podemos lisonjearnos de que nuestra vida ha sido integra, de que nuestro carácter moral es correcto y pensar que no necesitamos humillar nuestro corazón delante de Dios como pecadores que somos; pero cuando la luz de Cristo resplandezca en nuestra alma, veremos cuan impuros somos: discerniremos el egoísmo de nuestros motivos y la enemistad contra Dios, que han manchado todos los actos de nuestra vida. Entonces conoceremos que nuestra propia justicia es, en verdad, como trapos de inmundicia y que solamente el sacrificio de Cristo es lo que puede redimirnos de nuestros pecados y renovar nuestro corazón.
Pero nadie se engañe a si mismo pensando que Dios, en su gran amor y misericordia, salvará incluso a quienes rechazan su gracia. La tremenda malignidad del pecado solo puede medirse a la luz de la Cruz. Cuando los seres humanos insisten en que Dios es demasiado bueno para desechar al pecador impenitente, que miren a la Cruz de Cristo. Si Cristo cargó con la culpa del desobediente y sufrió en lugar del pecador, fue porque no había otra manera de que los seres humanos pudieran salvarse. Sin ese sacrificio sería imposible que la familia humana pudiera salvarse.
Si en tu corazón existe el anhelo de algo mejor que cuanto este mundo pueda ofrecer, reconoce en este deseo la voz de Dios que habla a tu alma. Pídele que te dé arrepentimiento, que te revele a Cristo en su amor y pureza absolutos.

Por : Katherine Lugo

viernes, 6 de agosto de 2010

¿De verdad soy buen@?

Cuando Dios creó el ser humano lo hizo moralmente perfecto y estaba en completa armonía con Dios. La pregunta es ¿Por qué hoy no es así? El pecado hizo que la naturaleza del hombre cambiara radicalmente y su comunión con Dios quedo afectada. De quien se escribió “era bueno en gran manera” más tarde se dijo: “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos de ellos era de continuo solamente el mal”. Ya el hombre no encontraba gozo en la comunión con Dios ni se sentía feliz en su presencia.

Eso nos ha pasado a todos. ¿Por qué? Porque es imposible que escapemos por nosotros mismos del abismo de pecado en el que estamos hundidos. Nuestro corazón es malo, y no lo podemos cambiar. “¿Quién hará limpio lo inmundo? Nadie” (Job 14:4). “Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden” (Romanos 8:7).

La educación, la cultura, la fuerza de voluntad, el esfuerzo humano, tienen su lugar, pero no tienen poder para salvarnos. Pueden producir una corrección externa de la conducta, pero no pueden cambiar el corazón; no pueden purificar las fuentes de la vida. Es necesario que haya un poder (inherente a nosotros) que obre desde el interior, una vida nueva de lo alto, antes que el ser humano pueda convertirse del pecado a la santidad (genuina). Ese poder es Cristo. Únicamente su gracia puede vivificar las adormecidas facultades del alma y atraerla a Dios. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2:8)
No basta con comprender la amante bondad de Dios ni percibir la benevolencia y ternura paternal de su carácter. No basta discernir la sabiduría y justicia de su ley, ver que está fundada sobre el eterno principio del amor. El apóstol Pablo veía todo esto cuando exclamó: “la ley es buena”; “la ley es santa y el mandamiento santo, justo y bueno” (Romanos 7:12,16); pero asimismo admitió: “mas yo soy carnal, vendido al pecado” (Romanos 7:14).
Vanos son los sueños de progreso humano, inútiles todos los esfuerzos por elevar a la humanidad, si menosprecian la única fuente de esperanza y ayuda para la raza caída. “Toda buena dadiva y todo don perfecto desciende de lo alto” (Santiago 1:17)- de Dios. Fuera de Él, no hay verdadera excelencia de carácter, y el único camino para ir a Dios es Cristo, quien dice: “Yo soy el Camino, la verdad y la vida; y nadie llega al Padre sino por mí” (Juan 14:6).
Aprovechemos los medios provistos por Dios para nosotros a fin de que seamos transformados conforme a su semejanza y restituidos a la comunión y armonía con Él.
Recuerden: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Filipenses 4:13.

jueves, 5 de agosto de 2010

La situación actual, ¿era plan de Dios?


Al finalizar la creación registra la Biblia: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera.” Génesis 1:31. Dios hizo al hombre perfectamente santo y feliz, lo hizo a su imagen. La tierra al salir de la mano de Dios era hermosa, no tenia mancha de decadencia, ni sombra de maldición.
Entonces, ¿qué fue lo que pasó?
Dios le dio al hombre la capacidad de elegir si obedecer o no. Fue la mala elección de transgredir la ley de Dios, la que ha traído tanto dolor y muerte.
A través de los siglos se ha registrado en la historia como la humanidad ha ido, si bien evolucionando en ciertos aspectos, degradándose moralmente. Cada vez más aumentan los crímenes, la desmoralización, la violencia y la perversión. Cosas que están acabando con nuestra sociedad.
A pesar de todo esto Dios nunca nos ha dejado solos. Las dificultades y pruebas que colman nuestra vida de trabajos y preocupaciones nos han sido asignadas para nuestro bien, para levantarnos de la ruina y la degradación que el pecado ha causado, para atraernos hacia El, pues aun en medio de todo el caos nos podemos dar cuenta que El a “metido su mano” en nuestro favor.
Dios ha provisto la solución al problema que nosotros hemos causado, la pregunta sería ¿estamos haciendo la parte que nos toca? Para meditar.
Para finalizar una promesa de nuestro Señor Jesús:
“Estas cosas os he hablado para que en Mi tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, Yo he vencido al mundo.” Juan 16:33
Dios les bendiga y pasen feliz día.